Casa o Geriátrico: ¿Cuál es la decisión correcta?
La Comisión Económica para America Latina y el Caribe
(CEPAL), en su Manual sobre indicadores de la calidad de
vida de la vejez, menciona que "el acceso a una vivienda
adecuada constituye una exigencia imprescindible para una
plena satisfacción de las necesidades humanas". Según los
autores, que el adulto mayor pueda permanecer en su hogar,
es uno de los indicadores de calidad de vida de la
vejez.
En la Institucionalización Geriátrica, la independencia
habitacional, la estabilidad residencial y la interacción
con el medio social se ven vulnerados. Es dable destacar
que se trata de instituciones de salud en la cuales las
habitaciones, baños y espacios comunes son compartidos por
todas las personas allí internadas. Existen días y
horarios de visita, ropa determinada que se puede ingresar
mediante el marcado correspondiente, menús preestablecidos
y normas institucionales que respetar.
Por lo antes mencionado es común que el anciano
experimente en este tipo de centros sanitarios
sentimientos de añoranza, tristeza, soledad, falta de
intimidad, problemas relacionados con la convivencia con
extraños, e incluso el conocido "síndrome confusional" por
no reconocer el lugar, los objetos y las personas que lo
rodean y/o duermen a su lado.
Las palabras de la Psicóloga Mónica García nos ayudan a
comprender la importancia del hogar para los ancianos:
"Para la gente mayor, la vivienda es parte de su propia
existencia. Todo aquello que tienen en casa (muebles,
jardín, plantas...) se convierte en un elemento
constitutivo de la propia persona. El cambio de vivienda,
las hospitalizaciones, la institucionalización, en último
término, generan consecuencias psicológicas que pueden
llegar a ser graves, sobretodo si la persona no quiere ser
institucionalizada o piensa, porque así se lo han hecho
creer, que el ingreso será sólo temporal. En estos casos,
los profesionales que trabajamos en este ámbito nos
encontramos con una inadaptación que acaba por tornarse
crónica y que puede llegar a provocar depresión,
aislamiento y abandono del propio residente (negación a
comer, negación a la higiene diaria...)".
Finalmente debemos asumir plenamente el lema de la OMS
"Mantener al mayor en su entorno familiar como medida
óptima para la promoción de la salud y la prevención de
enfermedades" (OMS, Informe Técnico, n° 706).
¿Cuándo es aconsejable la Institucionalización?
En nuestra opinión, en concordancia con los expertos de la
gerontología, el ingreso del adulto mayor a un Geriátrico
debe realizarse mediante una prescripción médica, dado que
se trata de una institucionalización, cuando se presentan
algunas de las siguientes circunstancias:
Barrera Física: El
anciano padece un deterioro físico agudo, por lo cual es
necesario que esté institucionalizado de manera que pueda
contar con la ayuda y la seupervisión constantes de
personal experto en cuidados de enfermería y médicos.
Barrera Cognitiva: El
anciano presenta una demencia o deterioro cognitivo en
grados muy avanzados que no le permiten reconocer su
entorno ni sus familiares. Tampoco mantiene conversaciones
ni aprecia o reconoce objetos de su hogar. En este último
caso al anciano le cuesta distinguir si se encuentra en su
hogar o en una Institución.
Decisión personal:
por motivos personales el anciano desea ingresar a una
Institución Geriátrica.
En estos tres casos se justifica el ingreso a una
Residencia de tipo Geriátrico, pero cabe recordar que la
institucionalización debe ser voluntaria, consciente y
razonada (cuando el anciano está en capacidad de tomar
decisiones), de manera de evitar o disminuir el llamado
"efecto traslado" y que el anciano sienta una mejora en su
salud y en el estado de ánimo.
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